viernes, 15 de febrero de 2013



  LA MERCANTILIZACIÓN DEL AMOR

                                                        (Froylan Valenzuela Rascon)

El 14 de febrero, poco a poco, a fuerza de la mercantilización de los sentimientos y los valores, ha ido perdiendo su verdadero significado a fuerza de la avasallante propaganda mediática que lo menos que hace es realzar la verdadera razón por la que se exhorta, hasta la náusea, a comprar, comprar, comprar. En otras palabras, esta fecha, relacionada desde la antigüedad con el amor y, por extensión, con la amistad, ha devenido en un día en el que los comercios se atestan de consumidores impulsados a demostrar que las únicas formas de celebrar a los padres, a los amigos, a los maestros, a los niños, o el nacimiento de Benito Juárez, es no sólo la suspensión de actividades laborales sino la adquisición de mercancías (perfumes, ropa, boletos de avión para destinos turísticos, etc)


 No sorprende entonces, el hecho de que se haya ido perdiendo el sentido genuino de lo que significa el humanismo, la solidaridad, el amor que debieron sentir, por ejemplo, los héroes que entregaron lo más preciado que poseemos como especie, que es la vida, para la consecución de aspiraciones tan elevadas como son la justicia, la igualdad y el respeto por los derechos de los demás; el sacrificio que día con día realizan padres de familia para el cuidado de sus hijos en un entorno que, a fuerza de esa tendencia privatizadora, mercantilizadora de todo y de todos, se ha transformado en una selva en la que predomina el individualismo bajo el cual va quedando, casi sepultada, la empatía, característica toral del amor y de la amistad. 


            


Ama a tu prójimo como te amas a tí mismo, que sea el amor por nosotros mismos y por nuestros prójimos, el que refuerce nuestro diario actuar dentro de un movimiento social cada vez más amplio encaminado a la regeneración no sólo de la República, sino de los valores que son la columna vertebral de sociedades armónicas y esencialmente progresistas.

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